El deceso se produjo a dos meses de su rescate. Su dueño fue denunciado ante la Justicia, pero lamentan que no hubo avances.

“Flaco”, como lo llamaron los rescatistas, en realidad se llamaba Gufy y tenia 8 años. Lo encontraron tirado en su “hogar” sin comida ni agua, atado bajo el sol ardiente y con una parálisis motriz.

“A nivel médico veterinario su estado fue crítico siempre, pero nunca se perdió la esperanza de que mejore, intentamos lo que pudimos, intentamos todo. Pero llega un punto que tenés que ponerte en el lugar del animal, en lo que está sintiendo, no podía hacer ni siquiera sus necesidades por sí solo, tampoco podía comer o tomar agua solo. Llegamos tarde para salvarlo y aunque dolió, debimos aceptar y dejarlo ir, merecía descansar”, dijeron desde la protectora Patitas Felices.

“El sentimiento de no haber podido hacer más se quedó conmigo, si bien me afectó mucho, redoblé mi objetivo en esto, para ser la voz de quienes no la tienen. Empecé con campañas de castraciones semanalmente que se logra gracias a colaboraciones. Trato siempre de ayudar en todo lo que esté a mi alcance, pero nunca es suficiente”, agregó Yenifer, referente del grupo y quien rescató a Flaco.

Denunció que no existen políticas publicas de castraciones masivas y continuas, tampoco hay conciencia de la importancia de la tenencia responsable.

“No hay respeto hacia estos seres vivos que sienten. Hay una ley penal contra el maltrato animal pero los responsables de impartir justicia no la hacen cumplir”, expresó la joven.

“Eso pasó con el caso de Flaco. Salió en todos los diarios, hice la denuncia penal, se elevó al juzgado y ahí quedó. En dos meses no tuve novedad sobre absolutamente nada y el dueño nunca dio la cara”.

La proteccionista afirmó que está dispuesta a darle seguimiento a la causa, aunque espera que avance sin necesidad de insistir demasiado.  “Me pregunto ¿cuántos más tendré que rescatar hasta qué la justicia haga algo y cuántos más están muriendo en manos de sus dueños y no se sabe? Quiero justicia. Flaco sufrió y si tuvo una muerte en paz fue porque yo llegué a tiempo para eso, pero si yo no llegaba, nunca se habría conocido el caso y sería como que no pasó nada. El maltrato animal es una realidad, como la sobrepoblación animal, es imposible que las autoridades no lo vean y no hagan nada”, señaló Yenifer.

La joven también aspira a que el triste caso sea un precedente y se aplique una ley.  “Mi lucha siguió después de haber dejado ir a Flaco, por todos aquellos que aún podemos salvar. Voy a seguir castrando animales semanalmente. En el mes de enero fueron castrados 19 animales (gatas y perras) todo con fondos que se recaudaron. Arrancamos febrero con las 2 primeras semanas con todos los turnos ocupados. Dimos entrada veterinaria a muchos animales, agusanados, operaciones por fractura, amputaciones, leishmaniasis, desnutrición, sarna. Muchos animales que hoy ya no se van a reproducir y que tampoco sufren. Invitamos a toda la población que se sume a la causa. Maneras de ayudar hay muchas, no siempre tiene que ser con dinero. Siempre necesitamos ayuda de todo tipo, es solo cuestión de tener ganas. Nos pueden escribir a través del Facebook (https://www.facebook.com/patitas.felices.7737769) y les damos toda la información”, subrayó.