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Kevin del Valle, niño oriundo de San Pedro, hace un mes y medio recibió un trasplante de médula ósea en el Hospital Garrahan está muy feliz por la buena evolución. Pero su familia atraviesa momentos de muchas necesidades económicas porque tuvieron que dejar su hogar en San Pedro y mudarse a la localidad de Quilmes en Buenos Aires para seguir el tratamiento médico.

La familia del niño misionero Kevin del Valle que hace un mes y medio recibió un trasplante de médula ósea en el Hospital Garrahan está muy feliz por la buena evolución del pequeño pero atraviesa momentos de muchas necesidades económicas porque tuvieron que dejar su hogar en San Pedro y mudarse a la localidad de Quilmes en Buenos Aires para seguir el tratamiento médico.

El padre de la familia, Alejandro Del Valle renunció a su trabajo para poder acompañar a su hijo cuya vida estaba en riesgo. “Nosotros nos vinimos con lo puesto a Buenos Aires, porque nuestra prioridad fue salvar a Kevin. Estamos muy felices porque el trasplante salió bien. Kevin y su hermana Milagros, que fue la donante,  están evolucionando super bien. Pero también estamos pasando dificultades porque acá todo es plata y sólo nos mantenemos con la AUH -Asignacion Universal por Hijo-  y las changas que a veces me salen”explicó Alejandro Del Valle.

La rehabilitación del niño requiere una serie de cuidados muy estrictos en materia de alimentación, medicación, controles médicos, cuidados entremos en materia de higiene y además el plus de estar en pandemia. Por eso cualquier ayuda les sirve. No tienen heladera, mesa, sillas ni camas suficientes para toda la familia.

“Logramos pagar el alquiler de esta casita. Guardamos los remedios y los alimentos en la heladera de mi suegra que vive en frente. No nos quejamos porque nuestra felicidad es ver que Kevin cada dia esta mejor. Pero también quiero darle a mi familia todo lo necesario para vivir dignamente y sólo con las changas y la asignación no alcanza para la comida de todos” explicó el papá.

“Estamos muy agradecidos con toda la gente de San Pedro que nos ayudó. Se imaginan que de un dia para otro dejar el hogar y venirse a Buenos Aires es un cambio muy grande y mucha gente colaboró porque acá además de los remedios que necesita mi hijo y que gracias a la Salud Pública de Misiones y al Hospital Garrahan nos dan, también hay que vivir y moverse. Además de Kevin y Milagros también tenemos una bebe de seis meses que se llama Fernanda, así que somos una familia de 5 personas” explicó Alejandro.

Para colaborar con esta familia de San Pedro hay una cuenta de Mercado Pago con el CBU 0000003100083471177750 o con el mail aledelva2211@gmail.com.

Las vueltas de la vida

Un día formás una familia que vive en San Pedro y que sueña con ver crecer allí a sus hijos. Otro día estás esperando en el Hospital Garrahan de Buenos Aires una operación de trasplante que puede salvarle la vida a un hijo. “Así fue nuestra historia. De un día para el otro nos dijeron que nuestro hijo tenía leucemia. Que necesitaba un transplante y nuestra vida cambió de golpe” explicó Alejandro, 

El destino a veces te pone en situaciones donde hay que tomar una decisión inesperada sin tiempo para el titubeo. “Nunca lo dudamos. Desde que nos dijeron que la única posibilidad de vida para Kevin era una operación de trasplante y que para eso debíamos venir a Buenos Aires, dijimos vamos y acá estamos” señalaron Alejandro y Yesica.

La joven familia tuvo un momento crucial cuando el primer hijo del matrimonio, Kevin, cumplió 2 años y le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. “Nos explicaron que era un tipo de cáncer en la sangre. Dejamos San Pedro para tratarlo en el Hospital de Posadas y después vino el momento en plena pandemia de venir al Garrahan para el trasplante”. contaron.

Cuando se empezaron a hacer los estudios de compatibilidad, para saber si Milagros que es la segunda hija del matrimonio,  podría ser la donante de médula para su hermano, llegó la pandemia de Covid19 que cambió al mundo. “Primero se infectó con Covid19 Kevin en Posadas. Luego Milagros cuando la trajimos para la operación. Fueron muchas batallas una tras otra. Y creo que esos golpes te ayudan a mirar la vida con otros ojos. Ahora tenemos necesidades, es cierto. Pero ver a nuestros hijos bien es algo que no tiene precio. No me importa ir a dormir con un mate como cena si sé que mis hijos están sanos y recibieron la atención que se merecen” señaló el padre de familia. 

Cuidados intensivos

Con respecto a los cuidados especiales que tiene que recibir Kevin, su papá  explicó que “además de los 10 medicamentos que toma cada dos horas, también le damos una leche especial por sonda nasogástrica. Toda su dieta debe ser super sana basada en alimentos  bien cocidos, nada de hojas crudas y absoluta limpieza en todo porque su organismo está empezando a generar sus defensas y es muy importante una dieta balanceada”.

“Él es un niño muy bueno.Toma todos los remedios sin protestar. Ya sabe que es para su bien. Y se entretiene jugando adentro con su hermana. Nosotros estamos en una burbuja familiar muy cerrada, porque sabemos que necesita fortalecerse bien y no lo exponemos a ningún contagio porque recién ahora sus dosajes de sangre se están normalizando” explicó el papá.

Con respecto a Milagros, la pequeña donante también recibe dosis de hierro y de ácido fólico para recuperarse de la donación que realizó. “Ella es chiquita y mucho no entiende, pero está bien y el pinchazo que le hicieron en la zona lumbar para extraer médula ósea, ya cicatrizó” comentó Alejandro.